Hubo dos referencias de El Dorado, Candire o Paqitití, la legendaria ciudad de oro. Una en Colombia y otra en Paraguay, al punto que se habla de dos El Dorado. Con porfía y tenacidad los conquistadores se adentraban en las selvas empeñando vidas y fortunas en las expediciones.
El extremo al que llegó esta fiebre lo describe el Apartes del libro EL PAITITI, del sacerdote Salesiano Juan Carlos Polentini Wester:
....Al poco tiempo de la llegada de los conquistadores al Cusco, comenzó a sonar fuerte la palabra Paititi. La ciudad y el campo vieron disminuir ostensiblemente el número de habitantes. Se habían ido al Paititi...
La expedición de Martínez de Irala, en busca de El Dorado desde el Paraguay desencadena una serie de acontecimientos que perfilan con el tiempo la identidad de la Capitanía de Santa Cruz de la Sierra y el Cercado cuyos habitantes soliciaron al rey, a fines del siglo XVIII , la fundación de Portachuelo.
Hasta ahora no hay evidencias de la existencia de El Dorado; con “se cree que”, “podría ser”, hay solo hipótesis. Lo que da lugar a pensar en la posibilidad de que los aborígenes hayan captado el delirio hispano por el oro y los alucinaban contando historias de este tipo con el secreto deseo de que se fueran lejos.
Más abajo mostramos un mapa supuestamente de El Paitití, encontrado en Colombia, si no existió la gran ciudad construída de oro, se supone que vender mapas de El Candire fue un negocio de conquistadores embaucando a otros.