Signos y símbolos de la Semana Santa
Ramos: son las palmas que llevamos para acompañar a Jesús que entra triunfante en Jerusalén, como hicieron la primera vez los niños y los habitantes de la ciudad santa.
Lavar los pies. En la Eucaristía del Jueves Santo imitamos el gesto que hizo Jesús en su cena de despedida, dando a sus discípulos una lección de servicialidad por parte de quien tiene autoridad en un grupo. Él vino para servir, no para ser servido
La cruz. Símbolo del amor fiel y gratuito de Dios para con nosotros. No hubo más grande.
El fuego. En la oscuridad de la noche, al comenzar la solemne Vigilia Pascual, lo bendecimos y con su llama prendemos el Cirio, que simboliza a Cristo “luz del mundo”. La cuaresma empezó con la ceniza, la Pascua con fuego y luz.
El Agua bautismal: en la solemne Vigilia Pascual nos recuerda la vida nueva,
divina, inmortal que gratuitamente el Señor nos ha dado un día en el bautismo.
Otros signos festivos: el incienso (es el perfume de nuestra oración), las flores
(la alegría y la fiesta), la música (expresa nuestros sentimientos de gozo, de gratitud o de dolor, de arrepentimiento), los cirios, las velas (la luz, ‘iluminados por Cristo’), las CAMPANAS (con su toque llamativo nos anuncian que el Señor ha resucitado y nos invitan a resucitar con Él).Si eres el Hijo de Dios baja de la cruz. (Mt. cc. 26-27)
El amor conoce muchos deberes, sin embargo el primero de todos es el de estar con el ser amado. Estar el la cruz es lo que Dios le debe al hombre que sufre, que está en la cruz. ¡Cuántas imágenes equivocadas de Dios llevamos dentro! Cualquier hombre, cualquier rey, pudiendo, hubiera bajado de la cruz. Solo el Dios vivo y verdadero no baja del leño. Fiel hasta lo último. Amando hasta el extremo.
Contemplemos en estos días santos el rostro de nuestro Dios.
Los brazos de Jesús, clavados y abiertos son las puertas del paraíso abiertas para acoger a toda criatura, para acogerme a mí, con mis traiciones, mis problemas, mis ideales. La criatura nueva nace del corazón herido de aquel que lo ama.
Desde entonces la vida no es posesión Son días de recogimiento, de preparación, de reflexión, de reconciliación.